En la larga historia del Barça han existido muchos
capitanes pero ninguno que haya llevado la Senyera en su antebrazo con tanto orgullo, que se
haya partido la cara por el equipo y que haya sudado tanto la camiseta, como ha
hecho Carles Puyol. El 'noi' de La Pobla de Segur no lo tuvo
fácil en sus inicios, tuvo un pie en el Málaga, aunque nunca se rindió. Carles
Puyol no ha dejado mal a su querido padre, al que perdió hace años en
un accidente laboral. Joseph, su progenitor, le dijo antes de que fuera a
Barcelona a pasar una prueba por el Barça que si no la superaba, que no fuera
porque no se hubiera esforzado al máximo, que no lo hubiera dado todo. Esa ha
sido su máxima. Todo por el Barça. Lo sabe bien Ramon Sostres,
su amigo, su confidente, su manager, el hombre que estuvo a su lado en sus
primeros días como jugador barcelonista y que ha estado junto a él en el
momento de tomar su decisión más difícil, dejar el Barça. estará junto a a su
lado.
Louis van Gaal acabó por darle la oportunidad de demostrar sus condiciones y
hasta este cuatro de marzo que pasará a la historia como el día que dijo adiós
a una vida por el Barça. Carles sabía que donde no llegara una
técnica exquisita, le sobraría con sus condiciones físicas excepcionales, una
voluntad de hierro y un esfuerzo fuera de lo común. Aunque, dicho sea de paso,
Puyol sea mucho mejor futbolista con el balón en los pies de lo que muchos
siquiera sospechan. No en vano empezó de delantero.
La imagen de 'Puyi' quedará para siempre en la retina de los aficionados del
Barça. Desde su gol en el Bernabéu, besando la Senyera
con locura, el día del 2-6. Pasando por las veces que jugó hasta lesionado, que
acortó los plazos de recuperación. Tampoco se olvidará como secó a Luis Figo en
el regreso del portugués al Camp Nou. Como supo cederle el honor a Eric Abidal
de recoger el trofeo de Champions en Wembley en el 2011.
Carles es el gran capitán, el líder en los momentos difíciles, el consejero
y ejemplo para los jóvenes. El jefe capaz de reñir a Alves y Thiago porque
estaban improvisando un bailecito en Vallecas para celebrar un gol. El hombre
que supo estar al lado de Miki Roqué, su paisano, al que se lo llevó una
enfermedad sin piedad que no le dejó triunfar en el Betis.
Puyol lleva tiempo diciendo que el día que no se sintiera
con fuerzas dejaría el Barça, que no iba a engañar a nadie. Así ha sido,
aumentando aún más su imagen de leyenda del Barça. El fútbol y en especial el
Barça, debería pensar en crear un premio para la posteridad. Se da un trofeo al
mejor futbolista, al portero menos goleado, al 'Pichichi' de turno. A partir de
este martes, se debe crear un premio al futbolista que sea capaz de acercarse a
lo que ha sido, es y será Carles Puyol.
El corazón más grande
del Barça, el gran capitán. Haga lo que haga a final de temporada, vaya donde
vaya. Adéu capità, gràcies per tot!
Gracias a Dios que me ha dado tanto en la vida
incluso un lector como tu!
Gracias a Dios que me ha dado tanto en la vida
incluso una madre y un amor como tu Gaby!
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