El Barça ha cosechado dos
derrotas consecutivas. En San Mamés han perdido por primera
vez en la Liga. Los
leones siguen invictos en la nueva Catedral y, de paso, han confirmado que al
equipo de Tata Martino le falta mucho por modificar y arreglar. Sin contar con
las ausencias vitales de Valdés y Messi, sus compañeros no están a la altura
que se espera de grandes futbolistas como son casi todos. Es cierto que en
Bilbao se vio una actitud muy diferente que en el Amsterdam Arena, pero no
basta con ello, falta mucho más fútbol e intensidad. El Atleti ya es colíder,
ha atrapado a los azulgrana y el Real Madrid llega por detrás lanzado. Se
perdió el día menos indicado.
Otra vez, la presión asfixiante del rival, su
ordenada defensa, les ha bastado para superar a un Barça que estuvo mal atrás y
peor arriba. La segunda parte fue terrible en el aspecto ofensivo y en las
pérdidas de balón por el ‘pressing’ de los leones. Bien es cierto que Iturraspe
debió irse a la caseta por roja por su derribo a Neymar, que Iraizoz hizo la
parada de la noche a remate del brasileño, pero eso es poco bagaje para
defender esta segunda derrota consecutiva tras la del Ajax. Hace daño también.
Lo peor es que ahora no hay Liga hasta dentro de
dos semanas, que se para por la
Copa del Rey. Queda tiempo para valorar todo lo que se ha
hecho mal. Resumirlo como hizo Andoni Zubizarreta diciendo que
el Athletic ganó porque marcó un gol y el Barça ninguno, es casi pitorrearse de
una afición que sufre con las derrotas de su equipo. Tampoco hablar del césped
es ninguna excusa. Lo que debe hacer el director técnico es reunirse con Tata
Martino para buscar soluciones, valorar si hay que fichar ahora en
enero. Que sí, que ya se debió hacer antes de inicio de temporada como pidió en
su día Tito Vilanova.
El Barça se rompe durante largas fases del
partido. La primera parte fue un espejismo de un equipo que quería borrar la
pesadilla de Ajax, hubo mejor actitud, minutos de excelente
fútbol, pero luego se acabó la gasolina, se falló atrás, en medio y delante. El
técnico tardó en hacer cambios. Su explicación resultó sorprendente: "Con
Xavi e Iniesta teníamos control y necesitábamos ser más verticales".
Todavía se entendió menos que al final del partido acusara a los medios de
resultadistas, cuando antes su queja se refería a las críticas por el estilo de
juego.
Ya se perdió el partido de los 20 que firmaba
Tata Martino. Ahora deben ganar los 19 que vienen.
Gracias a Dios que me ha dado tanto en la vida incluso un lector como tu!
Gracias a Dios que me ha dado tanto en la visa incluso un amor como tu!
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Fuera de casa no podemos permitirnos jugar, tal y como está el equipo, con sólo 3 medios y que 2 sean Xavi e Iniesta. Hay que jugar con 4 o poner ayuda a Busquets con Song o Masche.
ResponderEliminarSaludos.